Agenda militant
Ailleurs sur le Web
- « L’engagement politique à l’ère de l’inouï » avec Alain Deneault (31/10)
- Retraites : le GRAND ENFUMAGE du Rassemblement national (31/10)
- La guerre avec la Chine ? (30/10)
- Le plan Condor en procès (30/10)
- Budget : les macronistes ont le moral dans les chaussettes (29/10)
- Anora, le réel sans fracas : retour sur la Palme d’or (29/10)
- Nouveau record pour Ubisoft (29/10)
- Sur François Bazin, Le parrain rouge. Pierre Lambert, les vies secrètes d’un révolutionnaire, Plon, 2023 (29/10)
- La tête de l’emploi, ou l’allumeur de mèche de l’exécutif Macron/Barnier soutenu par Le Pen (29/10)
- La crise des Etats-Unis, centre de la multipolarité impérialiste (29/10)
- Le business des pompes funèbres et des assurances-obsèques (29/10)
- "ILS PRENNENT DE LA COCAÏNE À L’ASSEMBLÉE" : LA GRANDE HYPOCRISIE DES POLITIQUES (27/10)
- "VOUS NE DÉTESTEZ PAS LE LUNDI..." : L’ENFER DU MONDE DU TRAVAIL (NICOLAS FRAMONT) (27/10)
- Droite d’en haut, gauche d’en bas ? Dialogues autour de livre « La Droitisation française » (27/10)
- Dans les profondeurs du capital [Podcast] (27/10)
- Prendre la mesure de la gravité de la situation (27/10)
- La Rumeur : le rap au service de la révolte (24/10)
- Étienne Balibar : Mémorandum sur le génocide en cours à Gaza (24/10)
- C’était le congrès de la dernière chance pour Die Linke (24/10)
- La Moldavie sort profondément divisée après les élections (24/10)
- La valeur travail. Critique et alternative (24/10)
- Afrique : Hausse des températures… et des conflits (24/10)
- Mobilisation pour la libération de Georges Abdallah (24/10)
- Israël et le soutien des puissances impérialistes (24/10)
- Ubisoft: « La direction n’écoute pas les salariéEs et prend des décisions sans les consulter » (24/10)
Liens
- Notre page FaceBook
- Site de la france insoumise
- Site du NPA-Révolutionnaire
- Site anti-k.org
- Le blog de Jean-marc B
- Démocratie Révolutionnaire
- Fraction l'Étincelle
- Révolution Permanente (courant CCR)
- Alternative Communiste Révolutionnaire (site gelé)
- Ex-Groupe CRI
- Librairie «la Brèche»
- Marxiste.org
- Wiki Rouge, pour la formation communiste révolutionnaire
#balancetonflic (delata a tu poli)
Traducido por Leksell
El cuerpo de las mujeres siempre ha sido, en las sociedades patriarcales, un botín de guerra. Pero incluso en tiempo de paz, sigue siendo una cuestión de poder.
Como colombiana de 67 años, sé que en todas las guerras las mujeres son las primeras víctimas. En Colombia, en 50 años de conflicto, 7 millones de personas han sido desplazadas. La mitad era mujeres. Entre ellas, 2 de cada 10 (alrededor de 1400000) han sido víctimas de violencias sexuales según la ONU. Asimismo, la violencia étnica contra las/os Indígenas y las/os Negras/os afecta principalmente a las mujeres (65.5% de las víctimas de homicidios en esas comunidades son mujeres).
En Francia, país desarrollado que no vive ninguna guerra en su territorio, las mujeres son igualmente sometidas a condiciones de opresión en la producción y la reproducción social, tanto en casa como en el espacio púbico. El poder siempre ha puesto sus manos en el cuerpo de las mujeres: en la calle (p. ej. Los policías que obligan a las mujeres a quitarse el velo) y en el trabajo (p. ej. el asunto Wenstein), el acoso es una realidad que cuesta nombrarla. Las agresiones permanentes y cotidianas son invisibilizadas y nuestro silencio refuerza a los dominadores.
Una de las claves esenciales del poder, es el control del miedo. Es este miedo generalizado el que nos impide denunciar a nuestros agresores. Es contra este miedo que millones de mujeres se levantan actualmente. Es contra dicho miedo que yo denuncio la violencia ejercida por la gendarmería francesa durante la evacuación brutal del tribunal correccional en el juicio por haber quemado un coche de policía en Quai de Valmy el 11 de octubre de 2016 en París.
Hemos sido (al menos) dos mujeres violentadas en nuestra intimidad por tocamientos de pechos por parte de los gendarmes. Esos gendarmes estaban cubiertos por la amabilidad de un superior jerárquico cuya única respuesta fue un despectivo “Denuncie”. ¿Contra quién? Sabía perfectamente que sus hombres no llevaban las placas de identificación.
Vivimos más que una agresión física, un mensaje de intimidación para hacernos obedecer y aceptar nuestra condición de mujeres: no protestar contra la injusticia. Las instituciones del capital, empezando por las fuerzas represivas, tienen la legalidad de controlar nuestros pensamientos, nuestros actos y nuestros cuerpos.
Era inconcebible para mí pensar que por el único hecho de apoyar a los inculpados de Quai de Valmy pudiera someterme a una agresión sexual. A mi edad, podía esperar que no sufriera esa forma de violencia misógina.
En tiempos de paz y en un Estado supuestamente de derecho, la represión utiliza todos los medios, incluso los más sórdidos. Un hombre, protegido por su uniforme y su jerarquía, se permite tocamientos a una mujer.